Tú no vuelas, Abejorro.

Tu no vuelas, abejorro; te mientes constantemente.

Tu peso es para estar en el suelo.

¿Quién te dijo que con alas tan pequeñas se puede alzar vuelo, señor abejorro?

El vuelo es para águilas de alas grandes, no para ti, chiquitín.

La física te dice no y tú dices sí.

La lluvia es para que no salgas a bailar.

Tú solo sabes saltar y saltar.

No sabes de lógica, ni de leyes de aerodinámica, solo del punto A y de allí a tu infinito.

Y aunque la ciencia te niegue el compás, tú bates el aire,

sin mirar jamás la tabla que dicta si puedes subir.

Solo hay un motivo: tu inmenso vivir.

Que tienes el cuerpo redondo y fatal?

¡Con esa forma te sientes cabal!

No pides permiso, no buscas favor,

solo el dulce polen y el tibio fulgor.

¡Volar, volar sin usar la razón!

Solo tu voluntad, de la cayena al árbol de almendrón…

Cedric Zambrano

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