Poema 12 – Ana Carolina Saavedra Lozada

Sola decantó el siglo
hurgo dentro del hombre
tengo una brevedad erótica surcando.
Entre la sombra y la luz un destello.
Nada es como contigo
el amanecer reposa sobre mi techo
y las noches entran por la ventana.
Me lleno de frío en casa despedida,
y soplo una vela para que se vayan los espíritus.
Aquí está el vértigo en mis ojos
abre las páginas del libro latinoamericano,
siembro una esperanza
me asisto
me afianzó
me caigo en el polvo de la sala desnuda
y es entonces que sobreviene la lágrima.
Cuando lloro hay un destello de sol en la cara triste.
Me dice el verano que el amor intacto vuelve en invierno.
Entonces mis manos tapan la virtud y consigo en el aire tus ojos y tú aliento.
Camino hacia la ribera de un recuerdo, amor es el río que me espera
dolor es la piedra del fondo que está rota y herida.
La compasión es la ruta del amor verdadero.
Soy el árbol erguido y la fragua del hombre.
El poema olvidado en la raíz.

Ana Carolina Saavedra Lozada

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