El habla tuya y mía en altísimos muros, en anchas márgenes de reflexión.
» El habla tuya y mía en altísimos muros, en anchas márgenes de reflexión»
Juan Sánchez Peláez.
Hablemos de amor y traumas, lo qu hace que un cuerpo vague como fantasma por otros cuerpos. El deseo i controlable en el mismo hombre que imaginas. Dime si acaso la pena no lleva a otros brazos, el dolor la confusión el quebranto y también la inocencia que cuando habita a alguien no deja de ser. /Hago estado de ser hago estado de nacer/ también muero en cada despedida, en casa reproche, en casa amanecer de la soledad que asiste mi palabra único viejo oficio que sustento. Si en tu aurora en la distancia hallas el pergamino del cielo que estalla, te diré en el infinito espacio de la página que no se hace aún que supero el dolor, perdono y duermen las memorias del beso que luego guardo para nadie en los recodos de mis labios donde guardo la lengua austral que me hace decirlo todo hasta derrumbar el mito del amor perfecto en el hombre.

Deja un comentario