El viaje a mí centro.
A Armando Amanau.
«Con lo más íntimo de mi, te he dicho:
—La tierra es una azucena mordida en vísperas de un viaje;
Juan Sánchez Peláez.
Irse para no volver al quebranto, urdir en el pasado que nos unió en un beso, asomar la cabeza por la ventana de un amanecer con lluvia. El viaje hacia dentro de mi es el largo recorrido de las aves que migran. Como un caleidoscópico mi alma hace formas diversas, las de todas mis vidas y te encuentro caminando detrás de mi en un sueño donde busco una guitarra, suena la guitarra en el trasnocho de tu ebriedad y la mía. Y los acordes en la madera dejan lo dactilar del hombre música el hombre de las tardes de marzo. El hombre tauro que consigue espantar el amor de la mujer y acercar la flama de la vela que lo lleva al cielo. No sabemos que camino es el camino hacia dentro pero es empedrado, de piedras grandes, pequeñas, cristalinas, las piedras del alma pesan la vida. Las flores del viaje las llevaré en mi lengua, las engullire como quien como una niña que come algodón de azúcar y luego cuando ya la tierra de por medio; -tiene tierra el pecho, tiene todo lo que afuera existe- Esa tierra dividirá tú desdén de mi amor por ti, y saldrá una serpiente de mi boca y morderá la tuya…te lo dije la mujer tiene dentro todo el universo. Si no hiciera este viaje hacia dentro, saldría a caminar debajo de verano y saldría el lucero de Diciembre a besar la boca enamorada. Irse hacia uno en el largo viaje del desamor.

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