EN LA SOMBRA DEL POETA Y VICEVERSA
Aceptar que existimos
y ayer decretarnos poetas
soltamos todos los alientos,
el hermetismo en la mirada y sus negaciones.
En el reverso y sombra,
nuestra piel interpreta los recodos del camino,
augurio al alma externa: dualidad limitante.
Aceptar que existimos
trasgrede la realidad y sus principios sospechosos
como verso musical que agita el acento rítmico
acosador de metáforas.
Letras: siluetas itinerantes en el viaje accidental
del lenguaje inconsciente entre signos humanos.
Aceptar que existimos,
nos reconocemos en el adversario irreal
como obra y parte de este vasto laberinto
que escupe luces semánticas,
proyectadas en la sombra del poeta y viceversa.

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