BELÉN A TRES VOCES

​1
​¡Alegría en mi pueblo, alegría, canto y tambor! Porque la historia se recita y la esperanza nos llega en un hermoso niño.
​Un rey muy enojado ha dado su proclama: «¡TODOS A CONTARSE! QUE NADIE SE ME QUEDE AFUERA: HOMBRES, MUJERES, LOS DE LOS PUEBLOS GRANDOTES HASTA LOS PUEBLOS CHICOS.»
​Todos salieron en gran caravana hacia el pueblo de Belén. Un carpintero de nombre José y su esposa María, que en su vientre está por nacer la esperanza hecha niño.

2
​Gran multitud en el pueblo; no hay ni un solo cuarto y José tocando puertas, pues sabe que el niño llega.
​Pueblo arriba, pueblo abajo, y en todos la misma respuesta: «NO, SEÑOR, ACÁ NO CABE NADIE.»
​Ya tarde en la noche, en la última casita, toca José y pregunta:
​«Disculpa tenga, señor. No es mi intención molestar, pero vea que estoy con mi esposa, y la esperanza en su vientre trae, y ya está por llegar.»
​El dueño de la casa se apiada al ver esta pareja llegar:
​«En mi casa ya no hay espacio, no tengo ningún lugar. Solo el establo de atrás, donde tengo mis dos vacas, un caballo y tres cabras. Quédense por esta noche, no pierdas la esperanza, que mañana Él saldrá.»
​La esperanza allí nació, en lo más humilde, nació donde nadie más buscó.

3
​Hay cantos en el cielo, repiques de tambores en la tierra.
​Unos pastores, cansados, al escuchar tanto canto se asustaron, y un ángel sonriendo les dice:
​«¡NO SE ASUSTEN! HOY LES TRAIGO BUENAS NUEVAS: HA NACIDO COMO NIÑO LA ESPERANZA A LOS HOMBRES. UN REY LES HA NACIDO. ¡QUE TENGAN TODOS PAZ!»
​Se fueron los pastores a buscar al nuevo rey, ¡qué contentos se pusieron al encontrarlo en la última casa de Belén!
​José y María, maravillados por la visita, cuando ya el niño dormía, por la puerta se asomaban señores de tierras desconocidas.
​No venían con las manos vacías, cada uno un regalo traía:
​Oro
​Incienso
​Mirra
​¡Qué noche tan de estrellas, de canto y tambor!

4 (El Aguinaldo)
​Y los pastores de la sierra
Trajeron cuatro y maraca al son,
Que esta fiesta de aguinaldo
Merece una gran función.
​Llegaron los del conuco
Con hallaca y mucho sabor,
Que el Niño Jesús ya es chamo
Y se despierta con fervor.
​En ese pesebre humilde
Donde nació el amor más puro,
Se escucha la parranda
¡Con tambora y el toque duro!
​La Virgen María sonríe
Y José, con gran quietud,
Mira al mundo que celebra
¡La llegada de la luz!
​Ha nacido la esperanza:
Cristo Rey,
Niño Jesús…

​CEDRIC ZAMBRANO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *