Refugio de lo Nuestro
Dedicado a Manuela y Simón
Es este cuerpo bañado de recuerdos
un laberinto donde se pierden sus manos de general enamorado
Nuestro amor fue un tormentoso frenesí
un crepitar de llamas que yacían a flor de piel
Esta pasión fue nuestro dulce y nuestra hiel
un encanto que nos hizo vivir y enloquecer
Discreción le pedimos a nuestros sentimientos
como si pudiera ocultarse tras un dedo la majestuosa presencia del sol
Su excelencia, esta loca mujer que lo amará hasta morir
todavía recuerda nuestro paso por El Garzal
la conjunción maravillosa de aquellos esteros y sus guaduales
con el canto alegre de las aves que acompañaron nuestro andar
recuerdo, mi eterno amado, sus palabras amorosas:
“Veo tu etérea figura ante mis ojos,
y escucho el murmullo _que quiere escaparse de tu boca,
desesperadamente,
para salir a mi encuentro”
ese murmullo todavía vive entre mis labios, amado General
Se escapa cada vez que mi alma lo evoca a mi lado
Su excelencia, esta soledad pastosa en la que ahora vivo
es una cárcel que convierto en refugio de lo nuestro
Lo nuestro…
esa constante lucha contra la guerra, su descuidada salud
la falta de tiempo y el acoso de alguna pervertida lisonjera.
Lo nuestro..
llamarada levantisca en la sabana extensa de nuestras ganas
amor a nosotros y a la patria
amor a la algarabía de las risas
y al silencio profundo de cada adiós
Sobre éste baúl repleto de cartas
echo mis huesos enfermos de ausencia
a veces logro dormirme
a veces oigo su voz que me invita a acompañarle
una vez
otra vez…
Ninfa María Monasterios Guevara

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