La Princesa Teresa

La princesa Teresa es feliz viviendo muy cerca de un charco, y no le importa lo que digan sus amigas o que no vengan a visitarla.

Teresa de las Tierras Altas se mudó hace dos semanas y cambió sus zapatillas de cristal Swarovski para andar descalza.

Teresa, princesa loca, no tienes quien te cocine, ni lave y mucho menos quien te peine, ¡pero eres feliz y ya no estás tan flaca!

Teresa de las Tierras Altas, te la pasas hablando con la lluvia, casi semidesnuda, haciéndole cariños a la luna, pintando retratos en las nubes de la tarde.

Teresa, princesa loca, a los príncipes azules los mandas a que se den un baño, a los caballeros valientes que se vayan a llorar con sus madres y a los sapos encantados que pongan un anuncio en los diarios.

Teresa, simplemente Teresa… Desde que te fuiste ya no eres princesa, pero vives descalza, semidesnuda, no tan flaca, pero feliz cerca de un charco.

Cedric Zambrano

Una respuesta a «La Princesa Teresa»

  1. Helen

    Que fuerte y valiente que aunque esté descalza un poco loca es feliz porque el que dirán nunca importa cuando se es feliz

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Un comentario en «La Princesa Teresa»

  • Que fuerte y valiente que aunque esté descalza un poco loca es feliz porque el que dirán nunca importa cuando se es feliz

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